¿Has pintado tus paredes con pintura semi-brillante, solo para descubrir que odias el aspecto debido al alto brillo que produce la pintura? Si bien hubiera sido mejor considerar el aspecto antes de pintar el área, es posible reducir el brillo sin volver a pintar toda la superficie.
Paso 1
Lave el área con agua jabonosa tibia para eliminar cualquier grasa, suciedad, polvo o mugre del área con la que va a trabajar. Límpielo con un paño de algodón limpio. Permita que se seque por completo durante la noche.
Paso 2
Lijar la superficie. Coloque papel de lija de grano 400 (producirá un aspecto plano) o de grano 1000 (producirá un acabado satinado) en una lijadora eléctrica de acuerdo con las instrucciones para la lijadora misma. Comenzando en una esquina superior, pase gradualmente la lijadora sobre toda la superficie, teniendo cuidado de no dejar marcas de lijado residuales. Cambiar direcciones y movimientos a menudo.
Paso 3
Limpie con un paño limpio y seco una vez que se haya lijado ligeramente toda la superficie. Si el brillo no es de su agrado, repita los pasos 2 y 3 una vez más. Si después de esto, la apariencia aún no es agradable para usted, deberá volver a pintar. Como la superficie ha sido lijada, no necesitará volver a lijar antes de pintar sobre el semisatinado.
Paso 4
Lave la pared con agua tibia. Realice este paso sin importar si ha encontrado el aspecto que le gusta o ha decidido volver a pintar la superficie. Esto eliminará cualquier partícula de pintura lijada que pueda quedar en la pared.
