Cómo prevenir las hojas amarillas en las plantas de tomate

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Las hojas de las plantas de tomate pueden volverse amarillas por varias razones. Estos culpables pueden variar desde hongos o insectos hasta la falta de una nutrición adecuada. Las hojas amarillas no solo son antiestéticas, sino que también corren el riesgo de caerse de la planta temprano, exponiendo los tomates a demasiado sol. Trabajar de manera proactiva para prevenir estos problemas, así como estar atento a cualquier signo de problemas, puede ayudar a garantizar que nunca aparezcan hojas amarillas en las plantas de tomate.

Varios problemas pueden conducir a hojas amarillentas.

Paso 1

Espacie sus plantas de tomate con al menos 15 a 24 pulgadas de distancia. Los espacios más grandes entre las plantas permiten una mejor circulación del aire y dificultan la formación de hongos.

Paso 2

Plante sus tomates en un lugar diferente al que hizo el año anterior. Los hongos pueden desarrollarse en el suelo durante los meses de invierno. Espere al menos dos años antes de plantar tomates en un lugar donde se hayan plantado antes.

Paso 3

Recoja las hojas o frutos muertos que caigan de la planta lo antes posible. La atención rápida a los escombros caídos ayuda a mantener a raya la podredumbre.

Paso 4

Use cobertores de fila para proteger sus tomates de los saltahojas, insectos que infectan las plantas de tomate con el virus de la parte superior rizada. El virus de la parte superior rizada hace que las plantas se vuelvan amarillas y luego detiene su crecimiento.

Paso 5

Desempolva las hojas de tus plantas de tomate con azufre, que puedes encontrar en la mayoría de las tiendas de jardinería. Aplicar de acuerdo con las instrucciones en el paquete. El azufre ayuda a prevenir la infestación de algunos insectos que se alimentan de las plantas y hacen que las hojas se vuelvan amarillas.

Paso 6

Plante tomates en un área elevada. Las hojas a veces se vuelven amarillas como resultado de un drenaje deficiente.

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