Relación simbiótica entre musgo y árboles españoles

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Las relaciones simbióticas involucran a un organismo que vive de otro y por lo tanto obtiene alguna ventaja, que puede o no ser mutua. La relación entre el musgo español y los árboles que coloniza es un ejemplo de simbiosis.

Crédito: Caleb Harper / iStock / Getty Images Un primer plano de musgo español que baja de las ramas de un roble sobre un pantano.

Tipos

crédito: John Archer / iStock / Getty Images Un primer plano de musgo español y corteza de árbol en troncos.

El musgo español es un tipo de epifita, una planta que vive de otra. Las epifitas son distintas de las plantas parásitas en que producen su propia comida, por lo que no dañan el árbol huésped; el árbol anfitrión no gana ni pierde por su presencia. Los ecologistas llaman a este tipo de relación comensalismo.

Caracteristicas

Crédito: Sally Llanes / iStock / Getty Images El musgo español flotando en un bosque de cipreses.

La planta de musgo español no tiene raíces; se envuelve alrededor de las ramas del árbol y recoge agua a través de estructuras especiales en forma de escamas en sus hojas. Sus anfitriones favoritos son el roble y el ciprés, aunque a veces también crece en otros árboles.

Consideraciones

Crédito: Jupiterimages / Stockbyte / Getty Images Una abundancia de musgo español cubre un árbol.

Al igual que otras plantas verdes, el musgo español es un fotosintetizador. Aunque no es un parásito, en ocasiones puede dañar el árbol huésped, especialmente si la planta crece hasta el punto en que impide que la luz llegue a algunas de las hojas del árbol o se vuelve tan pesada que la rama se rompe por debajo de su peso. El recorte ocasional debería ser suficiente para evitar estos dos problemas.

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