¿Cómo ayuda el tallo de un nenúfar a crecer en un estanque?

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Los nenúfares y otras plantas acuáticas son apreciadas por su apariencia en sus hábitats acuosos naturales, así como en jardines acuáticos y otras plantaciones ornamentales. Los nenúfares tienen muchas adaptaciones únicas que les permiten prosperar en estanques y otros humedales. Estos incluyen varias características de hojas y raíces. Además, los tallos de nenúfar ofrecen adaptaciones que permiten que estas plantas prosperen en el agua.

Varias características del tallo ayudan a los nenúfares a prosperar en hábitats acuáticos.

Longitud del tallo

Los tallos de nenúfar, o pecíolos, que conectan las hojas flotantes a las raíces ancladas en el fondo, generalmente son más largos de lo necesario para permitir que las hojas flotantes lleguen a la superficie del agua. Esta longitud adicional permite que la planta se ajuste rápida y fácilmente a los niveles fluctuantes de agua. Si el nivel del agua se eleva por encima de las hojas o el lirio se coloca más profundo en el agua, el tallo comenzará a crecer hasta que las hojas vuelvan a estar en la superficie. La longitud larga del tallo también permite que las muchas hojas de cada planta se extiendan sobre la superficie del agua para aprovechar al máximo la luz solar y el aire.

Naturaleza débil y flexible

Los tallos, o pecíolos, de los nenúfares son semanales y flexibles. Hay poco o ningún tejido de fortalecimiento mecánico en los tallos. Estas plantas colgarán flácidamente si se retiran del agua. Los tallos son apoyados por el agua que los rodea, y su flexibilidad les permite soportar las corrientes de agua y los cambios de nivel.

Tejido conductor de gas

Las raíces de los lirios de agua requieren oxígeno pero, a diferencia de las plantas terrestres, no pueden capturar el aire del espacio del suelo. En cambio, los nenúfares hacen que el aire se mueva hacia los espacios internos de gas de las hojas jóvenes. Además del tejido conductor estándar que mueve los fluidos entre las raíces y las hojas, los nenúfares y otras plantas acuáticas tienen tejido conductor de gas que atraviesa el tallo. Este tejido se conoce como aerenchyma o lagunas. Cuando las hojas jóvenes se calientan, crea una ligera presión que fuerza el gas hacia abajo a través del parénquima. Las hojas más viejas pierden su capacidad de presurizar el aire para que el gas residual de las raíces regrese a través del tejido del tallo conductor de gas y salga a través de las hojas más viejas.

Tejido vascular dispuesto centralmente

El tejido vascular de los nenúfares está dispuesto centralmente. En las plantas terrestres, el floema y el xilema están dispuestos cilíndricamente hacia el exterior del tallo. El tejido vascular ubicado en el centro permite que el tallo del lirio de agua resista la fuerza del agua en movimiento.

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