La Agencia de Protección Ambiental recomienda un nivel de humedad entre 30 y 60 por ciento en cualquier hogar para mantener una buena salud y comodidad. Cuando es demasiado alta, la humedad puede hacer que las esporas de moho dañinas crezcan y prosperen en los materiales de construcción de su hogar, lo que lleva a condiciones de vida peligrosas. Hay varias formas de deshumidificar una habitación en su casa, incluido el uso de desecantes químicos y electrodomésticos deshumidificadores. Los deshumidificadores eléctricos son efectivos contra los problemas agudos de humedad, mientras que los desecantes son excelentes para reducir la humedad del aire a largo plazo.
Deshumidifique para evitar que el aire se sienta como una selva tropical.Deshumidificadores Eléctricos
La forma más agresiva y eficiente de eliminar la humedad es comprar un deshumidificador de aire eléctrico. Estos aparatos están diseñados para secar y bombear la humedad del aire. La tecnología es muy similar a la de los aires acondicionados o refrigeradores, pero con una mayor capacidad de secado al aire. La mayoría de los sistemas de bombeo están diseñados con un ventilador, una bobina caliente y una bobina fría para absorber aire húmedo y liberar aire seco.
Deshumidificador de gel de sílice
Los deshumidificadores de gel de sílice están diseñados para absorber químicamente la humedad en el aire y recoger el agua al mismo tiempo. Coloque estos recipientes de gel en toda la habitación o casa, y los desecantes de gránulos de sílice extraerán las moléculas de agua del aire. Mantenga los desecantes de sílice fuera del alcance de los niños o las mascotas, ya que son venenosos. La buena ventilación contribuye al éxito de este método.
Deshumidificador casero de sal de roca
La sal de roca es una opción asequible y reutilizable que funciona constantemente para secar el aire durante un período prolongado. Al igual que el gel de sílice, la sal de roca es un desecante y puede reducir la humedad del aire sin electricidad o mucha preparación. El enfoque común es llenar un balde limpio de 5 galones con sal de roca, dejar reposar hasta que los cristales estén húmedos al tacto, verter la sal de roca sobre una lona o lámina de plástico y dejar secar antes de recogerlo en el balde para reutilizarlo. La buena ventilación del aire es clave para el éxito de este método.
