Cómo arreglar una almohada grumosa después del lavado

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Arreglar una almohada plana o grumosa es tan fácil como tirarlo a la secadora con una pelota de tenis, usar una funda de almohada más pequeña o colocar la almohada al sol. Estos trucos funcionan bien si acabas de lavar tu almohada, pero también pueden ayudar a mantener tu almohada esponjosa entre lavados. Si dobla su almohada favorita por la mitad y se mantiene así, es hora de una nueva. Sin embargo, si la almohada vuelve a su forma original, puede guardarla con algunos consejos y trucos simples, sin importar cuán plana o grumosa se haya vuelto.

Hay muchas maneras de volver a esponjar la almohada después de lavarla o cuando comienza a ponerse plana o grumosa.

Paso 1

Dale a la almohada un buen esponjado manual. Unos cuantos golpes o chuletas de karate funcionan muy bien para romper los bultos de las almohadas y te permiten eliminar algo de estrés al mismo tiempo. Algunas almohadas, como las almohadas de plumas, pueden necesitar un poco de este tratamiento duro todos los días para mantenerse esponjosas.

Paso 2

Ponga la almohada afuera al sol por unas horas. La luz del sol mata las bacterias y ayudará a secar la humedad que el relleno de la almohada pueda retener. El relleno húmedo nunca es esponjoso, así que déle a su almohada un buen baño de sol para asegurarse de que esté completamente seco. Esto funciona incluso si no acaba de lavar la almohada: el relleno puede contener la humedad de los altos niveles de humedad en el aire.

Paso 3

Coloque una o dos pelotas de tenis dentro de un calcetín limpio y luego coloque la almohada en la secadora con las pelotas de tenis. Encienda la secadora en la configuración más baja posible o en el ciclo de solo aire, y deje que las pelotas de tenis golpeen los bultos de la almohada por usted. Poner las bolas en calcetines asegura que no transfieran ningún tinte a las almohadas. Puede esponjar las almohadas de esta manera después de lavarlas, u omitir el lavado e ir directamente a la secadora si necesita una pelusa.

Paso 4

Coloque su almohada en la funda de almohada del tamaño adecuado. Una almohada pequeña en una funda de almohada grande siempre se verá plana y poco atractiva. En su lugar, elija una funda de almohada que sea 1 a 2 pulgadas más pequeñas que la almohada.

Paso 5

Considere comprar una funda protectora para que su almohada entre dentro de la funda. La suciedad, el polvo y los aceites que se introducen en la almohada pueden hacerla más pesada, más plana y más grumosa. Un protector de almohada ayuda a mantener su almohada cómoda por más tiempo.

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