Cómo cuidar el calabacín

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Un miembro de la familia del pepino, un calabacín prospera en suelos bien drenados y con mucho sol. También se considera una calabaza de verano altamente productiva. Además del valor nutricional de un calabacín, hacen excelentes recetas de verano, ya sea que prefiera agregarlas a los panqueques o hacer su propio pan horneado de calabacín. Al plantar o cosechar calabacines, es fundamental saber cómo cultivar su mejor cosecha sin exponer la planta a enfermedades o dejar que se marchiten al sol.

Crédito: Ralf Flasch / EyeEm / EyeEm / GettyImages Cómo cuidar el calabacín

Plantar tus calabacines

Generalmente considerados fáciles de cultivar, los calabacines necesitan suelos fértiles bien drenados junto con mucha luz solar para crecer en cantidades generosas. Para obtener mejores resultados, asegúrese de enmendar el suelo con una capa de compost para mejorar la retención de humedad. Como los vientos fuertes pueden afectar el crecimiento de la planta, se recomienda proporcionarles una ubicación segura o protegerlos con una cubierta de hileras. Comience a plantar aproximadamente una semana después de la última helada y plante dos o tres semillas separadas 36 pulgadas para el crecimiento individual. Es beneficioso plantar semillas en macetas de turba, invernaderos o semilleros, luego plantar en el jardín aproximadamente tres semanas más tarde cuando las heladas ya no sean un problema. Asegúrese de que sus plantas de calabacín estén separadas de 3 a 4 pies en filas de 8 a 12 pies de distancia, de modo que tengan suficiente espacio para extenderse y comenzar a crecer. Idealmente, necesitará una fuente de agua cercana para asegurarse de que las plantas tengan un acceso más fácil a la humedad.

Regando y Fertilizando Su Calabacín

El riego regular evitará que la calabaza de calabacín se marchite al sol y mantendrá la tierra alrededor de la planta lo más húmeda posible. Dele a sus calabacines al menos 2 pulgadas de agua por semana y compense con riego manual si la lluvia no es suficiente. Asegúrate de regar las plantas por debajo de sus hojas y rociarlas con té de compost dos semanas después de que aparezcan las plántulas. Puede repetir el proceso después de otras tres semanas o cuando comience a notar las primeras flores. Use una manguera de remojo en lugar de un rociador para evitar enfermedades anteriores, como el moho polvoriento. Al cubrir el suelo alrededor de las plantas, puede ayudar a mantener estable la temperatura del suelo y evitar la evaporación del agua. Para esto, puede usar fertilizante comercial bajo en nitrógeno o su compost regular. Podar el calabacín también permitirá que llegue más luz solar a las frutas, ya que las hojas del calabacín pueden crecer y reducir la exposición al sol.

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