Signos y síntomas de regar los tomates en exceso

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Aunque los tomates necesitan tierra húmeda y rica para producir fruta saludable, demasiada agua es tan mala como muy poca. Los signos de exceso de riego pueden simular enfermedades u otros problemas ambientales, pero si hay varios síntomas, es probable que haya demasiada agua. Afortunadamente, las plantas de tomate generalmente se recuperan en unas pocas semanas después del riego excesivo.

Riegue los tomates temprano en el día para que las hojas se sequen rápidamente.

Exceso de follaje

El riego excesivo, así como la fertilización excesiva, hace que las plantas de tomate produzcan mucho crecimiento frondoso y frondoso, pero pocos tomates. El clima frío y las condiciones de sequía también pueden hacer que las flores caigan, pero no producirán un exceso de follaje. Si su planta parece tener un exceso de hojas, pero no fruto, sospeche que hay demasiada agua o nitrógeno.

Síntomas de la fruta

Cuando un tomate comienza a madurar de verde a rojo, la fruta desarrolla una cáscara delgada y parecida al papel. Si la planta se riega excesivamente durante este tiempo, la cáscara se agrieta. La podredumbre del extremo de la flor es una mancha marrón o negra que se desarrolla en el fondo de la fruta y se extiende, eventualmente causando la descomposición de toda la fruta. La pudrición del extremo de la flor es causada por una deficiencia de calcio, pero se ve exacerbada por prácticas de riego inconsistentes.

Síntomas de la hoja

Demasiada agua y muy poca agua a menudo producen resultados similares. Las hojas pueden marchitarse, ponerse amarillas y caerse, o las puntas pueden quemarse. Demasiado fertilizante también causa quemaduras en la punta de la hoja. Las manchas marrones en las hojas, los cancros o los agujeros generalmente son causadas por enfermedades o infestaciones de insectos en lugar de condiciones ambientales.

Consideraciones

Modifique los suelos arcillosos pesados ​​o arenosos con compost y estiércol antes de plantar tomates. Estas enmiendas mejoran el drenaje para ambos tipos de suelo, reduciendo el riesgo de riego excesivo. Riegue los tomates cuando el suelo se sienta seco 1/2 pulgada debajo de la superficie. Pegue el dedo en el suelo para verificar. Si se siente seco en la primera articulación, es hora de regar. Riegue durante al menos 20 a 30 minutos para permitir que la humedad penetre completamente en el suelo. Revise el suelo con frecuencia para mantenerlo constantemente húmedo, ni seco ni empapado.

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